10.- Riesgos Antrópicos que Amenazan el Patrimonio de Valparaíso y su Prevención.

Cuando Valparaíso fue denominado “Patrimonio Cultural de la Humanidad”, muchos porteños pensaron que el flamante título traería consigo tiempos mejores para la ciudad, incluyendo avances y mejoras que harían de el “casco histórico” una zona prioritaria para las autoridades. Sin embargo, el incendio ocurrido en Calle Serrano el 3 de febrero de este año volvió a poner en el tapete el tema de los riesgos antrópicos que enfreta la ciudad: las viejas instalaciones de agua, gas y electricidad siguen acumulando descuido; la deficiente seguridad ciudadana en algunos sectores llega a ser alarmante para algunos; el deterioro de las construcciones más antiguas se hace cada vez más visible y finalmente, las insuficiencias del sistema de aseo urbano.


Incendio en Calle Serrano, 3 de febrero de 2007.

Para Jorge Inostroza, arqueólogo y coordinador del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) para la Región de Valparaíso, la clave está en asumir la urgencia de una evaluación exhaustiva de las instalaciones de redes de abastecimientos en toda la ciudad:

“Se han hecho muchos diagnósticos, el problema es que faltan evaluaciones que permitan presentar proyectos para trabajar con las empresas encargadas de las redes, en coordinación con los gobiernos regionales, y ver hacia dónde podemos direccionar la inversión en virtud de preservar una zona patrimonio de la humanidad. Lo primero es protegerla, recién entonces se puede empezar a hablar de rehabilitación”

Para la autoridad, el Alcalde Aldo Cornejo, la Municipalidad ya ha tomado cartas en el asunto a través de la licitación del Plan Director de Gestón Patrimonial, que fue adjudicada por la oficina de Servicios Externos y Extensión (Serex) de la Universidad Católica de Santiago. Este plan tiene por finalidad definir las reglas del juego a la hora de invertir los dineros provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la comuna, especialmente en toda el área declarada Patrimonio de la Humanidad.

De esta manera, todos los actores involucrados sabrán qué es lo que está protegido, cómo se protege, dónde y cómo se puede construir, entre otras coordenadas que entregará esta necesaria e imprescindible carta de navegación.

Sin embargo, cabe preguntarse si esto es suficiente. La idea del Plan Director Patrimonial, debe aseguar la presentación de un Proyecto Ciudad, que busque la preservación y el desarrollo de forma integral e inclusiva. Para esto es necesario, un Programa de Monitoreo, lo cual es una exigencia de UNESCO y que en Valparaíso aún no se cumple, que es la manera de realizar un seguimiento contínuo sobre los riesgos que ponen en peligro al espacio urbano, los inmuebles, conjuntos arquitectónicos y habitantes; y de los dispositivos para evitarlos o disminuir los daños.

Así deben regularse los procesos de mantenimiento, usos, tipos de actividades, cargas de ocupación, capacidad de la infraestructura (servicios), congenstión de tráfico, inminencia de desastres (terremotos, tsunamis, incendios, inundaciones, derrumbres, etc). El Programa de Monitoreo debe incluir la coordinación centralizada de los servicios públicos, Oremi, Chilquinta, Gasvalpo, Esval; además de promover incentivos económicos para los propietarios destinados a reparaciones de la estructura, los sistemas constructivos, redes eléctricas, redes sanitarias, etc.
De todas las formas de destrucción que acechan a Valparaíso, el fuego y los sismos (muchas veces ítimanente vinculados) tienen un carácter destructor irreversible de la cultura patrimonial y de vidas humanas que es lo que hemos visto con lo ocurrido en la calle Serrano del Puerto. Por ello cabe preguntarse: ¿Qué habría ocurrido si tras 3 años de logrado el título UNESCO, la ciudad hubiera contado con este Plan Director y el Programa de Monitoreo?

Otro dato relevante fue la realización de las Jornadas Internacionales en Protección Contra Incendios en Ciudades Patrimonio de la Humanidad, en octubre del 2006, cuyas conclusiones plantean temas que son de interés para Valparaíso y que deberían tomarse en cuenta para promover una cultura de la prevención que evite tener que volver a experimentar los niveles de daño del incendio en la Calle Serrano el 3 de febrero pasado:

• La administración pública y las Ciudades Patrimonio.
• Urbanismo de seguridad en las Ciudades Patrimonio.
• Legislación y normativa internacional, nacional y local.
• Abastecimiento de agua.
• Vehículos especiales de intervención en calles estrechas.
• Ordenanza especial de prevención de incendios.
• El seguro de incendios. Seguros patrimoniales especiales.
• La protección de museos y bibliotecas.
• Diseño de seguridad en edificios singulares.
• Tecnología avanzada de Protección Contra Incendios.
• El plan de autoprotección.